7 feb 2010

Historia II - Una Flor en el Desierto: Capítulo Tres

Capítulo Tres: Él - Una defensa a la ofensiva

Cuando abrió la puerta lo vio recostado, con la cabeza apoyada sobre los informes que tenía que leer. Al principio creyó que simplemente se había quedado dormido, pero al acercarse se dio cuenta de que era más grave... Mucho más grave. El cielo se tornaba obscuro, su primer día de trabajo después de aquellas "cortas vacaciones", como lo llamaría cualquiera menos él, había sido complicado. Para empezar, le había costado horrores despertarse temprano, cosa que nunca, o casi nunca le sucedía. Estuvo toda la mañana pensando en sólo dos cosas, pero tan concentrado estaba con ellas que apenas pudo prestarle atención a lo que tenía que hacer. Al mediodía salió para dispersarse un poco y poder pensar más claramente, lo único que logró fue un segundo encuentro con esa chica de ropaje extraño... Y la poca información que pudo sacar de ella fue que era princesa de Xing, y que venía en busca de la Piedra Filosofal. Había olvidado su edad, su nombre si es que se lo había dicho, y cuál de todos los hijos del Emperador era. El hecho de haberse encontrado con ellos otra vez le producía un severo escalofrío por todo el cuerpo. Él era valiente, ágil física y mentalmente, una persona rápida y capaz... Pero esto iba más allá de él, a pesar de que aún no habían cruzado el dichoso muro, un sentimiento de inseguridad circulaba por él.

Salió exhausto del Cuartel, ni siquiera se había percatado de lo increíblemente raro que se estaba comportando el Teniente Fenrir. Fue caminando hasta su casa, mirando como un paranoico a todo el que pasaba. Caminaba lenta y cuidadosamente, como si creyera que pisando mal algo le podría caer encima. Siguió así, con toda la gente mirándolo extrañada, hasta que por fin su paranoia sirvió de algo... Un líquido transparente, igual al agua de no ser por su curioso verdor, caía por la calle inclinada desde un callejón al que no llegaba ninguna luz. Se acercó lentamente hacia el líquido, pero no llegó a estar ni a un metro cuando este salió despedido hacia el lugar de donde provenía.

- Buenas noches, Coronel -Se escuchó una voz femenina desde el callejón. Levantó la vista para ver de quién era.. para encontrarse con una bella y a la vez diabólica sonrisa, y unos brillantes ojos rojos. Justo después del vistazo general patinó con el mismo líquido que había visto anteriormente, cayendo ya dentro del callejón. Una mano delicada se le apareció de entre la oscuridad ofreciéndose para ayudarlo a levantarse. Él la retiró de un manotazo para pararse por sí mismo.
- No pudimos presentártela antes... -Dijo otra voz, esta con un tono más sensual. Provenía de una lujuriosa mujer de largo pelo oscuro, finos labios rojos, y ojos de un violeta intenso- ..Ella es Pride & Stuborness, una de los cuatro nuevos Homúnculos
- ¿Qué? -Preguntó Norrek estupefacto- ¿Cuántos son ahora?
- Siete, como en la Época del Acero -Suspiró- Lamento decirte que hoy no voy a poder presentártelos a todos.. Pero me imagino que te contentarás con conocerla a ella
- ¿Para qué volvieron? -Cuestionó de forma cortante. La tal "Pride & Stuborness" frunció el ceño, sin dejar de sonreír
- Qué pregunta más poco caballerosa, ¿no te parece? -Dijo en el intento de fingir no estar enfadada- Primero deberías presentarte ante mí, ya que yo ya fui presentada
- Vos no deberías existir, y el resto de ustedes deberían estar todos muertos -Siguió ignorándola. Ella arqueó una ceja demostrando superioridad.
- Somos Homúnculos, no es fácil terminar con nosotros..
- Eso deberías saberlo, Shiva -Volvió a hablar la de ojos violáceos.

Una vieja se asomaba desde fuera del callejón con mirada amenazante, sus ojos eran anormalmente violetas, al igual que la Homúnculo. En la vereda de enfrente se encontraba la misma niña del globo rojo de esa mañana. Definitivamente, lo tenían rodeado. Dio un vistazo rápido hacia los techos de las casas que lo rodeaban, sin mover la cabeza un centímetro. Pudo ver una sombra extraña que se movía ágilmente de una terraza hacia otra. Después de unos segundos logró identificarla, era la chica de Xing. Ella giró su cabeza hacia donde se encontraba él, haciendo que se chocaran sus miradas. Desapareció inmediatamente, un instante después él se volvió a concentrar en el problema en el que estaba metido.

- ¿Qué estabas mirando? -Preguntó fríamente la de ojos rojizos.
- ¡¡A mí!! -Se escuchó de la nada- ¡¡Kyaaaaaaa!!

Como caída del cielo, la princesa extranjera aterrizó en plena oscuridad, sorprendiendo a todos.. incluso a Norrek.

- ¡Buenas! -Saludó ella. A pesar de que nadie veía nada, él notó su sonrisa tonta e inocente, igual a la de esa mañana.
- ¿¡Qué pasó!? -Gritó una de las Homúnculos que se encontraban en aquél callejón, mientras la otra hacía de sus dedos filosas dagas de más de dos metros de largo.
- Pride, tranquila.. Shiva, ¿acaso pediste ayuda? -Preguntó con toda la paz del mundo- No me esperaba eso de alguien como vos
- La ayuda, si es como querés llamarla, vino sin pedido alguno -Contestó severo.
- ¿¡No me considerás ayuda!? -Chilló la princesa- ¿Por qué hay tan poca luz?

Segundos después de que se escuchara ese último quejido, una cegadora luz inundó el callejón. El Coronel sintió que algo o alguien le agarraba de la mano y se lo llevaba corriendo a una velocidad increíble. Al salir de aquella zona, se dio cuenta de que la persona que lo había "rescatado" de los Homúnculos, era la chica de Xing. Corrieron sin parar hasta llegar a una calle desierta bien lejos de la anterior.

- ¿Qué estás haciendo acá? -Le preguntó él en un ataque de nerviosismo.
- Te dije que nos íbamos a volver a ver... ¿O no lo hice? -Puso cara pensativa, como si tratara de recordar si en realidad había dicho eso.
- Y pensar que todavía existe gente que puede estar así de tranquila teniendo en cuenta la presencia de los Homúnculos -Dijo mirándola con una cara entre sonriente y extrañada.
- ¿Homúnculos? -Casi se echó a reír- ¿Qué es eso?
- Esas dos mujeres que estaban en el callejón, la anciana de ojos violáceos, y la niña pelirroja de la otra vereda.. -Suspiró, mirando a todas partes para confirmar que no los habían seguido- Me imagino que sabrás algo del Alquimista de Acero de Amestris, hace 20 años... O, por lo menos, algo de la historia de tu hermano Ling-Yao
- Ia -Norrek la miró de reojo, suponiendo que estaba hablando en el idioma de Xing- Uh, no, quiero decir "no" ..Je
- ¿Acaso no les enseñan historia tan importante como esa a las princesas? -Preguntó algo sarcástico e impaciente, mientras seguía observando cada esquina esperándose lo peor.
- En la época en la que me deberían haber explicado la historia más im.. emm, impe.. ¡daisetsu! del país y demás yo estaba viviendo con los Lobos del Desierto.. -Él la miró extrañado- Lo que pasa es que, cuando tenía unos cinco años, me perdí en una excursión al desierto que está entre Xing y Amestris. Llegué a Xerxes pensando que allí estaría sana y salva, pero me atacaron unos Ishbalitas que no tengo idea de dónde salieron esos malditos, es para matarlos, ¿viste? -Al ver aquella cara de falta de comprensión, impaciencia, y futuro enfado, la chica continuó con su historia- Bueno, me rescataron los lobos del Desierto.. Viví con ellos uno o dos años, ya no me acuerdo. Y, al ser una "salvaje" (como me llamaron unos tantos bakas cuando volví a Xing), no pude estar mucho tiempo con mi familia y demás
- ¿Escapaste?
- Mm, algo así.. Yo diría que me independicé más que me escapé, ya que comencé a vivir sola en las calles de diferentes pueblos de Xing. Por poco no conozco absolutamente todos los lugares del país, ¿sabías? -A pesar de que ella tenía una sonrisa de oreja a oreja, el Coronel seguía con su normal seriedad, y su oculto nerviosismo- Cuando me enteré de que mi padre, el Emperador de Xing, había muerto, decidí hacer algo que había escuchado mencionar sobre un hermano mío hacía un tanto tiempo
- ¿Venir a Amestris y encontrar el secreto de la inmortalidad?
- ¡Exacto! ¿Cómo lo sabías?
- Ese hermano tuyo lo conoce medio Amestris (por lo menos): Ling-Yao, el 12vo hijo del Emperador de Xing, quien se metió algo involuntariamente en la gran aventura del Alquimista de Acero
- ¡Sugoi! -Exclamó abriendo exageradamente los ojos.
- ¿Te creés que entiendo algo cuando hablás así? -Preguntó con una vena que le palpitaba justo derriba de sus ojos entrecerrados y su ceño fruncido.
- Jee, gomen -Dijo inocentemente, para luego taparse la boca en el sobresalto de haber vuelto a hablar en aquel idioma.
- ¡Rápido! -Susurró empujándola hacia un callejón, yendo, después, detrás de ella.
- ¡¡Pedazo de baka!! -Gritó encolerizada.
- A menos que quieras ser cortada por los dedos-cuchillos de Lust, ahorcada por la mano-serpiente de Envy, o ser asesinada de otras formas que desconozco por los demás Homúnculos.. CALLATE

La joven princesa se quedó paralizada por la forma en que reaccionó él. Ambos se quedaron en silencio, uno al lado del otro, a la espera de los Homúnculos. Sólo se escuchaba la respiración de ambos, hasta que, de repente, aparecieron pasos... Norrek posó su mano izquierda sobre la derecha, le susurró algo a la chica, y salió disparado del callejón mientras transmutaba la mano de su brazo automatizado en una zarpa. Al mismo tiempo, la Homúnculo a la que él había llamado "Lust" hacía de sus dedos filosas dagas, al igual que minutos antes en el otro callejón.

Tanto él como ella no pudieron evitar largar un casi inaudible quejido. Lo que más destacado luego de eso fue ni más ni menos que sangre. Ahora sí la princesa estaba paralizada. Algo la agarró por detrás, haciendo que ella gritara de sorpresa y después de dolor. Norrek volteó su mirada hacia allí, para encontrarse con la diabólica sonrisa de un peli-verde de ojos violáceos y el estómago de la chica atravesado por una cuchilla.

Lust retrocedió unos pasos y, después de un curioso brillo rojo, desapareció las heridas que antes surcaban su estómago, causadas por la mano-garra del Coronel. Este último, con el hombro y el antebrazo gravemente heridos, seguía mirando, algo atónito, a la figura de la chica muerta.

- ¡Envy, idiota! -Se escuchó de la nada. Era Pride & Stuborness, dirigiéndose al peli-verde- ¿Quién te dijo que la mataras?
- No.. -Dijo la supuestamente asesinada- ..No murió.
- ¿¡Qué!? ¿¡Seguís vivo!? -Chilló el asesino con la voz de ella. Todos se quedaron mirando estupefactos- ¡En Xing hace poco desarrollamos la maestría del disfraz! -Gritó sacándose de un tirón la apariencia del tal "Envy".

Él había tomado la apariencia de la princesa, probablemente con la intención de confundir a Norrek, y ella se había disfrazado de Envy, atravesándole una cuchilla. El Coronel aprovechó que estaban todos distraídos para pegarle un rodillazo a Lust en la cabeza, arrancándosela del cuello, correr hacia Pride & Stuborness y atravesar su cabeza con su zarpa, y luego dirigirse hacia Envy y pegarle una patada en la cara para terminar de noquearlo. Más tarde agarró a la chica de la muñeca y escaparon mientras los Homúnculos se regeneraban.

Ella aún estaba medio shockeada por la brutalidad que había usado él para escapar, por lo que corría torpemente, dejando que Norrek la guiara.

- No te preocupes, no creo que nos sigan hasta acá -Dijo él, mientras cada vez alentaba más el paso.
- ¿E-Estás bien? -Preguntó preocupada mientras veía cómo sangraba.
- Puedo llegar a mi casa.. -Al notar que ella aún tenía la misma cara, decidió cambiar de tema- ¿Cómo dijiste que te llamabas?
- Sen -Contestó. Para esta altura, ya estaban los dos caminando- Escuché por ahí que vos sos Grey Blood Alchemist
- Sí, Grey Blood es mi nombre de alquimista.. Mi nombre es Norrek Shiva
- Mm.. -Con todo el tema de los Homúnculos ya se había hecho tarde, y no circulaba mucha gente por las calles- Deberías ir al doctor
- Estas cosas me suelen pasar con un trabajo así -Contestó, milagrosamente, de forma amable. En situaciones como esa Norrek solía ser todavía más frío y severo que de costumbre- Si voy al hospital cada vez que termino así, sería una visita semanal.. y no tengo ganas de eso.
- Yo.. me debería ir -Dijo Sen, extrañándolo bastante- Todavía hay gente buscándome a estas horas, y si estoy con alguien así de herido no tardarán nada en encontrarme..

Él no dijo nada, simplemente esperó a que se fuera. Pero antes de eso, ella le dijo con su sonrisa inocente "Prometo visitarte mañana al hospital, y con un buen disfraz". Iba a contestarle algo así como "Te dije que no voy a ir al hospital", pero para ese momento ya había desaparecido...

Fin del Capítulo

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¡¡Nueva Homúnculo!! Orgullo y Terquedad, ¿cuál será su poder? (!!!)

Próximo Capítulo: Un día... ¿normal? Ella - La Quimera de Xing