28 nov 2009

Historia II - Una Flor en el Desierto: Capítulo Uno

Capítulo Uno: No es un cuento de hadas...

Toda su fuerza se encontraba en la mano derecha de Él e izquierda de Ella. Cualquiera de los dos hacían un mal movimiento y caían al vacío. Aún así, el nerviosismo corría únicamente por el hombre, la chica se había asustado un poco cuando Él la atajó tan de golpe, pero ahora en lo único que pensaba era en encontrar la ventana que se había abierto para distraerla, en un principio. Fue justo en ese momento cuando la vio: una mujer de pelo rojizo alzando exageradamente las manos como para llamar su atención, asomada desde una ventana no muy lejos de allí. La chica no dijo nada, sólo deseó con todo su alma que la pelirroja reconociera su cara de " ¡¡Abrí la ventana más cercana YA, que me caigo!! ". Para su suerte, lo entendió.

Ambos bajaron cuidadosamente hacia el interior del tren. Fue entonces cuando tanto Él como Ella se dieron vuelta para mirarse a los ojos, no era una mirada romántica o lo que alguien se esperaría... O al menos yo no creo que dos personas que se hayan enamorado a primera vista estén apuntándose con una pistola y una especie de rapier. Si ustedes, queridos lectores, lo quieren llamar así, ok. Ahora, volviendo a la historia... La pistola apuntaba amenazadora a su frente. El rapier se encontraba a milímetros de su cuello. Cualquiera de los dos podrían, otra vez, morir si hacían un mal movimiento.

- ¡Por favor, se acaban de salvar y ahora se quieren matar! -Chilló la mujer pelirroja.
- Asaltó un tren, o por lo menos lo intentó... -Acusó Él, mirando fijamente la máscara de la chica- Merece ir a prisión. Si la hubiera dejado caer al precipicio era obvio que moriría, pero se consideraría un escape.
- ¿¡Y vos no te pensás defender!? -Volvió a chillar, esta vez dirigiéndose a la joven.
- ¡Cállese, mujer! ¿No ve que esto es algo serio? -Le regañó Él. Dio una mirada general a la chica: era apenas una niña, y se encontraba en los techos de un tren con un arma tan peligrosa- Dame esa espada extraña
- . . . -Ella no movió un pelo. No iba a darle su rapier ni aunque disparara, ese era su honor, su orgullo.. y tal vez su terquedad.
- ¡Dame tu arma! -Lo único que consiguió con esa oración fue que la chica sonriera, y que hablara por primera vez
- ¿Cuál de todas? -El hombre quedó atónito por su respuesta ¿Cuál de todas? ¿¡Acaso tenía más!?
- TODAS, no podés deambular por los techos de un tren, seguro sin pasaporte, y llena de armas
- No estoy llena de armas, sólo tengo otro katar -Señaló lo que tenía en su mano mientras su sonrisa se agrandaba cada vez más- , un sable, un cuchillo, y dos espadas cortas
- ¿Vas a seguir con la estúpida idea de distraerme yéndote por las ramas? -Preguntó con tono de amenaza. Ella hizo ademán de no estar interesada- Podemos seguir apuntándonos el resto del viaje, al final de éste serás encarcelada de una manera u otra, así que...
- Dale, total no falta mucho y no soy de agarrarme calambres -Contestó decidida. La pelirroja los miró estupefacta, esto no era muy normal, ¿cierto?

Estuvieron unos varios minutos así, la tensión aumentaba cada vez más en aquel vagón vacío. Había tan poca gente en ese tren, y desparramada a lo largo de los tantos vagones. Y claro, no era muy común viajar del Sur a Central a mitad de semana. Ya pasada la media hora, se sentaron. Él primero, la razón por la que había ido a Rush Valley lo había dejado exhausto, no había ido precisamente para reparar sus Automails. Ella estaba cansada no por algo que sucedió, sino por un largo viaje. Aún sentados se apuntaban. Estaban atentos, muy concentrados en los ojos del otro. De repente, un bostezo, dos... Cayeron desmayados sobre los respaldos de los asientos. La mujer ya se había ido a otro vagón hacía tiempo, por lo que no había nadie observando a las dos figuras recostadas sobre las sillas. Los despertó el brusco frenar del tren. A pesar de que despertaron casi al mismo tiempo, cuando él abrió los ojos se encontraba solo en el vagón.

Salió del tren confundido. Entre los montones de gente lo esperaba una mujer con apariencia casi de niña, un largo y ondulado pelo rubio rojizo, y enormes ojos verdes. Al verlo lo saludó regalándole una cansada sonrisa. Él miró por todas partes, inclusive por los techos de los trenes y los carteles que colgaban de las paredes, en busca de la niña de la máscara. Pero no había forma, ella ya se había ido. Algún día la volvería a ver, pero le daba demasiada curiosidad como para esperar. Mañana... Sí, mañana la buscaría por la ciudad. No podría llegar muy lejos, era tan sólo una niña

Fin del Capítulo

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Bueno, este capítulo me salió MUY corto. Es que era simplemente una continuación del prólogo.

Próximo Capítulo: La búsqueda que se creía duraría días, va a se más corta de lo que se espera. Él - A la búsqueda de la 19º

Historia II - Una Flor en el Desierto: Prólogo

Bueno, acá va la 2da parte de Relatos de la Milicia. De ahora en adelante es muy posible que todos los prólogos sean dibujados en vez de escritos. Ojalá les guste !!

Prólogo: Ellos

Parte Uno

Parte Dos

Parte Tres

Parte Cuatro

Parte Cinco

Parte Seis ( los paisajes no se me dan muy bien, pero este creo que me salió bastante decente xD )

Parte Siete

Parte Ocho

Parte Nueve

Parte Diez

Parte Once

Parte Doce

Parte Trece

Parte Catorce

Bueno, ahí está el prólogo.. Un encuentro inesperado, una linda y complicada historia... ¿Tal vez de amor? Nus vemous !!

8 nov 2009

Historia I - Ningún Lugar: Finalización

Como dice el cuarto y último capítulo de la historia, este es el final de apenas el principio. Tengo pensado que sean por lo menos seis historias, y bastante más largas (tal vez empiece a hacer los prólogos en historieta, a ver qué les parece)

Para refrescarles un poquito la memoria, información básica sobre los personajes que aparecieron hasta ahora:

Anouk Tomber
Edad: 24 años
Rango: Capitana
Personalidad: Es buena, graciosa, muy simpática. Algunos dicen que es demasiado blanda con sus subordinados, pero no le importa demasiado. Es fuerte y activa, aunque algo torpe y distraída.
Apariencia: Tiene el pelo medianamente largo, rubio rojizo, en las puntas se le arman unos rulos contra su voluntad. Sus ojos son color verde esmeralda. No es muy alta, es más, a simple vista muchos la confunden creyendo que tiene menos de 17 años. Nunca usa el uniforme completo de la milicia, lo máximo que llegó a usar alguna vez fue la parte de abajo (cuando no tiene ninguna misión asignada, es decir, cuando simplemente está por el edificio, suele usar la pollera) y una remera negra.

Liam Fenrir
Edad: 27 años
Rango: Teniente Primero

Norrek Shiva
Edad: 27 años
Rango: Coronel
Nombre de Alquimista: Grey Blood Alchemist
Personalidad: Se toma las cosas en serio. Es estricto tanto consigo mismo como con los demás. Hay tal vez demasiadas cosas que no tolera. Es muy bueno en la alquimia, y lo peor es que lo sabe. En resumen, no es alguien que le caería bien a la primera a una persona normal.
Apariencia: Pelo negro opaco, bien corto. Ojos negros. Ligeramente alto. Piel extremadamente pálida. De apariencia amenazante y poderosa. Siempre usa la parte de abajo del uniforme de la milicia y una remera negra (recuerda a Roy Mustang).

Azver Madden (pronunciado "Maduin")
Edad: 26 años
Rango: Teniente Segundo
Nombre de Alquimista: Chameleon Alchemist
Personalidad: Gracioso, muy sarcástico. Adora molestar a su superior, Anouk Tomber, con la seguridad de que nunca va a despedir o algo parecido a su mejor amigo. Es amable, pero sólo cuando es necesario. Odia a la gente que se la pasa fingiendo, y le es inevitable actuar cuando algo le molesta.
Apariencia: Muy alto. Pelo rubio grisáceo, algo largo. Ojos bordó. Nunca, desde que es Alquimista Estatal, usó el uniforme. Siempre anda con una camisa blanca de manga larga (siempre arremangada) y unos pantalones grises, o algo por el estilo. Pese a su altura, parece mucho más chico de lo que es

Altair Fairsoul
Edad: 17 años
Rango: Sargento
Nombre de Alquimista: Ray Alchemist
Personalidad: Amable, muy responsable, casi el contrario a su superior, Anouk Tomber. Es quien la ayuda a continuar en la milicia, entre otros. Es inteligente e increíblemente poderoso, su alquimia es muy extraña.
Apariencia: Alto para alguien de su edad, pelo de punta de un negro opaco. Ojos también negros.

Elysia Hughes
Edad: 22 años
Ocupación: Secretaria del General
Personalidad: Muy amable, siempre con la intención de ayudar. Es una persona agradable con una increíble habilidad en la cocina. Todos se acuerdan de su madre, Gracia, al verla, y con una buena razón.
Apariencia: Altura normal, pelo marrón claro, ojos verdes como su padre. Tiene el pelo un poco más largo que su madre en su época.

Eso fue todo, amigos (?). Nus vemous !!

7 nov 2009

Historia I - Ningún Lugar: Capítulo Cuatro ( ¡Final! )

Capítulo Cuatro: Antes de la Elegía*

Viernes por la madrugada, mucho trabajo que hacer. El día anterior la Capitana los había llenado de trabajo, probablemente con la intención de no recibir ningún regaño de parte del Coronel. A pesar de que nadie pudo terminar a tiempo, a pesar de que el Coronel no había regañado a la Capitana, a pesar de que éste estaba muy raro, a pesar de todo eso.. su vuelta afectó a todos. La antes desolada habitación del Subteniente, ahora estaba hermosamente decorada con pilas y pilas de papeles. Despertó con unas ojeras que provocaban cierto temor hasta a él, sin salir siquiera de la cama le echó una mirada a aquellas cosas blancas con demasiadas letras y se volvió a esconder entre las sábanas. Miró el reloj, tenía que apurarse. Se paró de mala gana y se dirigió al ropero, completamente vacío a excepción de una valija... ¿Algún día ordenaría su ropa? Lo más probable: se mudaría a una casa en serio antes de hacerlo. Entre los montones de ropa sacó una camisa blanca, la apoyó en la cama. Buscando un pantalón se encontró con algo que no esperaba: el uniforme de la milicia. Lo miró con algo de asco y lo volvió a guardar.

Ya cambiado, aunque algo despeinado, marchó al Cuartel. Pudo ver a una lujuriosa mujer pasearse por el jardín del edificio justo antes de entrar. La olvidó fácilmente pensando en lo que le esperaba ese día. Estaba subiendo las escaleras cuando escuchó un ruido pesado, como si algo grande cayera al suelo de una altura no muy importante. A su lado pasó, a toda velocidad, el Teniente Fenrir. Una especie de terremoto, y no pudo recordar nada más. Despertó en el hospital de la milicia. No estaba muy herido, pero le dolía, y mucho, la cabeza. No tardaron en aparecer Elysia y Anouk en su habitación. Parecían muy serias, sobretodo la última.Trató de recordar lo que había pasado, pero no.. nada después del leve terremoto venía a su mente. Entre las conversaciones que ambas mujeres llevaban a cabo se enteró de la pequeña cantidad de muertos, y la enorme de heridos.

- ¿Viste al Coronel? -Preguntó la Capitana- Desmayó unos minutos antes del derrumbe, no pude llegar a sacarlo a tiempo
- No está entre los muertos -Dijo el Subteniente de repente, entre un horrible chiste de humor negro y un pesimismo amargo.
- Y vos no estás entre los heridos -Le chistó su amiga, confundiéndolo un poco.
- ¿Murió alguien importante? -Preguntó él después de un corto silencio, haciendo que una enfermera que pasaba por ahí lo mirara con desaprobación.
- Si con "importante" te referís a los de alto rango, no -Suspiró.

La charla se fue yendo a otro tema poco importante en la historia. Ese mismo día daban de alta al Subteniente, por lo que, después de cambiarse, se dirigió a la habitación del Coronel. Una chica de unos 15 años vestida exageradamente normal se encontraba hablando con él. Se parecían un poco en apariencia, por lo que pensó en ella como en una familiar de su amigo.

- Suelo no meterme en lo personal... -Habló primero Norrek- Pero.. ¿Tomber te contó de la muerte de su novio?
- No -Dijo Azver con la mirada en blanco. Fue una respuesta simple y cortante, algo extraño- ¿Qué tal Altair? -Preguntó después de unos minutos, para que la habitación no quedara tan silenciosa.
- Según me dijeron está bien, con algunas pocas heridas -Contestó. La niña se había internado en sus pensamientos poco tiempo después de que el Subteniente llegara- ¿Ustedes son.. primos? -Lo venció la curiosidad.
- ¿Mmm? -Ella giró su mirada hacia él, como pidiéndole que le repitiera la pregunta.
- Es sólo una pariente lejana que pasaba por Central
- Aah... Bueno. Me voy, no puedo estar un minuto más en este lugar -Dijo mirando como se tambaleaba el encendedor en el bolsillo de su pantalón.
- El funeral es mañana por la tarde
- Nos vemos allá entonces -Miró a la niña- Hasta luego, señorita

Apenas salió del hospital prendió un cigarrillo y se puso a pensar... Desde su llegada a Central cosas extrañas estaban pasando: La actitud del, ahora fallecido, Teniente Fenrir.. ¿Terremoto en Central? No es algo normal.. ¿El Cuartel General se derrumba? Su estructura es demasiado buena para eso.. Éste, el final del comienzo ¿Qué vendría después?

Llegó a su casa con la esperanza de estar finalmente tranquilo, cosa que no pasó...

- ¿Tengo la culpa de que se me caiga un edificio encima? -Tenía en una mano el teléfono y en la otra un cigarrillo.
- ¡Vos siempre tenés la culpa! -Se escuchó la voz suave, pero severa, de una mujer- Idiota...
- ¡No me insultes por teléfono! -Dijo en un murmullo- Tengo un montón de gente a quien llamar, ¿podríamos evitar el sermón?
- Acordate de llamar a Isobel, si no lo hacés prometo que te mato
- Ella está remarcada entre ese montón de gente, además dentro de poco es su cumpleaños.. ¿sabías?
- Si lo sabés vos, ¿quién no lo va a saber? -Gruñó- Te corto para que YA la llames.. ¿Me entendiste?
- Ok -Se sentó en la silla, agotado. Se desplomó sobre el respaldo. Miró el techo- Isobel.. Ahora que estoy en Central puedo ir más seguido a visitarla, ojalá no se enoje mucho cuando lo haga -Agarró un pequeño pedazo de papel con un número escrito.
- ¿Hola? -Una linda voz, algo desanimada.
- Soy Azver -Dijo con timidez, algo raro en él- Me preguntaba si tendrías a alguien con quien ir mañana.. Pará, ¿no sabés manejar, cierto? -Escuchó una vaga risa del otro lado del teléfono.
- No, la última vez que me pusieron al volante casi choco -Dijo con la intención de parecer graciosa- Bueno.. Nos vemos.
- Chau -Colgó algo brúscamente. Caminó hacia la cocina y se preparó, con un poco de torpeza, un café- Le pasó algo horrible y sin sentido, ¿¡por qué finge estar bien!? -Tenía los ojos llorosos- Todo pasó tan rápido...

ºoOoº

Montones de hombres, mujeres, y niños caminaban por el cementerio. Eran pocas las personas que habían muerto en ese derrumbe, pero todas de la milicia. Estaba oscureciendo, y la mayoría de la gente ya se había ido.. Hasta que quedaron sólo las personas más cercanas a los fallecidos.

- Uf.. -La joven ya se marchaba, mientras se secaba las escasas lágrimas que le recorrían la cara. Se encontró con un hombre bastante alto esperándola en la puerta- Nunca creí que llegaría a verte de traje -Dijo con una leve sonrisa- Te ves lindo
- Soy lindo -Corrigió, haciéndola reír.
- No hace falta que me lleves, pienso ir a lo de una amiga y su casa queda acá cerca.
- Está bien.. Nos vemos -Saludó. Pero justo antes de que se fuera, ella lo abrazó y se puso a llorar.

Ya casi era de noche, hacía bastante calor para la época. Dobló una esquina, un hombre se encontraba apoyado sobre la pared. Él comenzó a seguirla, ella hizo lo posible por ignorarlo.

- Anouk Tomber -Dijo él- ¿cierto?
- ¿Quién es usted y por qué me sigue? -Preguntó severa después de frenarse.
- Tu compañero, Liam Fenrir, murió la misma noche que vos llegaste a Central -Ella lo miró extrañada- El hombre que estuviste viendo estos días no era más que un disfraz
- Dame una razón para creerle a un tipo raro que se aparece de la nada diciendo semejante cosa -Dijo agarrando, sin que el hombre se diera cuenta, su pistola.
- Si querés, no me creas... Pero tengo valiosa información por si te interesa -Situó una desagradable sonrisa en su cara- Como por ejemplo, que el derrumbe no fue un accidente
- ¡Callate! -Gritó eufórica y lo apuntó con la pistola- ¿¡De dónde sacaste esa información!?
- Conozco a la persona que se hizo pasar por Liam Fenrir en estos días... y sé la razón por la cual lo hizo
- No me la vas a decir, ¿no?
- No tengo por qué
- Tampoco tenés por qué decirme lo de recién -Gruñó- ¿En dónde se encuentra el verdadero Liam ahora?
- ¿Eh? -Fue una pregunta extraña, y difícil de contestar... Pero recordando aquel sonido del monstruo comiéndose al inerte cuerpo del Humano- Ningún Lugar
- ¿Qué?
- Ya te lo dije.. En Ningún Lugar -Suspiró- Y ahora me marcho, si no le importa.. Y si le importa, también -Desapareció entre la oscuridad de un callejón.
- ¿Ningún lugar? -Dos palabras que no sonaban bien juntas, tampoco tenían sentido. ¿No sería "ningún lado"? se preguntaba la chica Además... ¿Cómo estaría alguien en ningún lado? El comienzo acababa de terminar...

Fin de la Historia I

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Bueno, acá termina la primera historia de Relatos de la Milicia. Tengo pensado que sean poco más de cinco :D
No sé si logré expresarme bien con lo que sentía Azver, pero bueno... La cosa es que feliz no estaba (?

Posibles títulos para la próxima historia
. . . . .
¡¡ Problemas de Equivalencia / Una Flor en el Desierto / Todo por un tren !!

Saludos :D

*canción para un funeral

3 nov 2009

Historia I - Ningún Lugar: Capítulo Tres

Capítulo Tres: ...como cualquier otro

Por suerte es Domingo pensaba Anouk mientras miraba con aire de superioridad al reloj, el cual marcaba las 12:40. Pero no pudo quedarse mucho más tiempo en su cama, ya que alguien había tocado el timbre. Se lavó la cara, se cambió, se peinó, hasta que logró parecer una persona más o menos normal. Se dirigió a la puerta y abrió. Para su asombro, era el Subteniente Madden.

- ¡Azver! -Lo miró con curiosidad. No podía decir que se veía raro por no llevar el uniforme de la milicia, porque nunca lo llevaba. Pero se veía diferente fuera del Cuartel- ¿Qué hacés acá?
- Quería saber por qué no viniste hoy -Entró despreocupado a la casa y se sentó en un sillón sin que nadie lo invitara. Observó cada rincón del lugar. Nunca había estado allí, ya que, a pesar de que los dos habían estado trabajando y viviendo largo tiempo en Central, se conocieron en el Oeste.
- Entrá tranquilo -Dijo sarcástica mientras mostraba una cara que fingía ser de enfado- ¿Qué quisiste decir con "no viniste hoy"? ¿A dónde no fui?
- ¿En serio me preguntás? -Giró su mirada hacia su amiga. Parecía preocupado por algo lejano a lo que estaba sucediendo en el momento- Mmm... ¿Creíste que era Domingo?
- ¿¡Qué!? ¿¡No es Domingo!? -Chilló y cayó rendida en una silla cercana- No puedo creer que todavía no me hayan despedido...
- Lo mismo digo -Habló en voz no tan baja, como para que ella lo escuche y lo mire con desaprobación.
- ¿Pasó algo mientras no estuve? Estás raro -Dijo finalmente, sin poder ocultar su ya común curiosidad.
- Nada -Se paró y se dirigió a la puerta- Sólo que Norrek viajó a Rush Valley, y me preocupa la causa
- Mmm -Asintió con la mirada en blanco, sabiendo que no le iba a contestar nada si preguntaba cuál era esa causa.
- ¿Vas a venir? -Le preguntó él- ¿O vas a aprovechar que no está Norrek y te vas a tomar el día libre?
- Creo que me voy a quedar, hay varias cosas que tengo que hacer -Le abrió la puerta, pero se frenó cuando estaba por cerrarla- Liam... ¿Cómo está?

Azver la miró con furia y cerró la puerta por ella. Llevaban una relación similar a la de hermanos, por lo que era obvio la causa de su enojo: le molestaba mucho la manera en la que Liam había tratado a su amiga durante esa semana. Ella se preparó un café y comenzó con algunos papeles que le había dejado el Coronel. El arduo trabajo se hizo más lento de lo que ya era, pensando en tantas cosas a la vez: Liam con su extraña actitud, Azver con su posible agresión hacia Liam, el Coronel con su viaje al Sur... Todo era muy raro, y había comenzado con su vuelta.

Se acostó temprano, pero tardó largo rato en dormirse. Finalmente, lo logró. Despertó, milagrosamente, a tiempo. Partió al Cuartel, esperando las usuales preguntas de su fiel subordinado Altair, el Alquimista del Rayo. Pero después de estas, el joven Sargento en vez de darle el trabajo del día anterior...

- ¿Azver discutiendo con Liam? -Se extrañó.
- No pude pararlos, pero seguro a vos te hacen caso -Dijo con una leve duda.

La Capitana caminó con paso decidido hacia la oficina del Coronel y abrió la puerta de manera brusca.

- ¿¡Qué les pasa a ustedes!? -Gritó. Ambos hombres se giraron hacia ella. Liam seguía con cara malhumorada, como toda la semana anterior, y sin despegarse de los archivos de 10 años atrás. Azver estaba sentado sobre el escritorio, fumando un cigarrillo, con la misma cara con la que la había mirado el día anterior antes de cerrar la puerta- ¿Hay alguna razón creíble para que dos tipos como ustedes estén discutiendo?
- Una razón creíble me deberías decir vos para no haberle dicho nada a este mediocre -Dijo Azver, confundiendo a la Capitana.
- ¿Están discutiendo por...? -
- Me voy de acá -Dijo Liam, y se marchó llevándose los papeles consigo.
- Te diste cuenta: tres años y medio sin verse, y cuando se encuentran responde como si ni te conociera... Pero al ser como sos, no le dijiste nada -Se quejó Azver.
- Pero él no es así, le debe haber pasado algo
- Te lo habría dicho -Dijo casi en un susurro.
- ¿¡Y a vos qué te importa!? -Estalló, y se fue en busca de Liam.

Con un tono rojizo en sus mejillas, Azver apagó el cigarrillo y dirigió una vaga mirada al papeleo que se le había otorgado.

Pasaban los días, y la tensión aumentaba en el ambiente. Con la ausencia del Coronel, el trabajo había disminuido un tanto, pero el tiempo libre que les quedaba al final de cada día no lo usaban para conversar entre ellos. Elysia ignoraba todo lo que sabía sobre la discusión que habían tenido esos tres y hablaba tranquilamente con ellos como cualquier otro día, pero las respuestas eran siempre frías y cortantes. Otra semana, Martes por la mañana, se escucha que alguien abre la puerta de la oficina del Coronel, un molesto olor a humo invade la habitación y despierta a la Capitana.

- ¿Ah? -Dijo escrutando adormilada la cara del Subteniente, a un metro de distancia de la suya.
- Tenés que pasar a buscar a la estación de tren a Norrek -Tenía la misma cara de cansado de siempre, parecía más dormido que la Capitana.
- Mmm... ¿Cuándo?
- Mañana, 4:00 de la tarde
- Mmm, ok... -Se desperezó, y se miró en el reflejo de la ventana: no estaba tan impresentable como creía. Luego dirigió su mirada, nuevamente, hacia el Subteniente, quien se quedaba ahí sin hacer nada en especial- ¿No tenés trabajo que hacer?
- Nop -Bostezó- Tal vez me vuelva después de almorzar.
- ¿Te creés que voy a permitir eso? -Situó una sonrisa algo diabólica en su cara y le entregó dos pilas enormes de papeles- El Coronel tiene que firmar esos papeles antes de las 7:00 y no está + Tengo sueño y bastante trabajo + Vos no tenés nada que hacer = ¡¡Vas a firmar los papeles del Coronel por mí!!

El Subteniente miró las pilas como si fueran un ser extraño y peligroso. Agarró una y la puso sobre su escritorio, agarró una pluma y, temeroso, comenzó con el primer papel. Anouk lo miró divertida, extrañaba un poco esas pavadas que hacía él que tanto la hacían reír. Pasaron lentas las horas, hasta que llegaron las 6:15 de la tarde, hora de irse a casa. Al día siguiente terminó lo más rápido que pudo con el trabajo, ordenó la oficina que se había vuelto un descontrol cuando quedó a cargo suyo, y se dirigió a la estación de tren.

Justo después de que se encontrara con el Coronel le pareció ver una chica de ropa muy extraña saltando por el techo del tren. Debe ser el sueño pensó. El Coronel parecía cansado y algo paranoico, pero se le pasó cuando llegó al Cuartel. Esa semana fue en verdad rara, sobretodo el último día: la Capitana se dirigía a la oficina del Coronel como todos los días. Cuando abrió la puerta lo vio recostado, con la cabeza apoyada sobre los informes que tenía que leer. Al principio creyó que simplemente se había quedado dormido, pero al acercarse a él se dio cuenta de que era más grave. Tenía la piel directamente blanca, unas heridas como de cuchillos le recorrían desde el codo, justo antes del Automail, hasta el principio del cuello. A ella le habían contado que el Nombre de Alquimista del Coronel Shiva, Grey Blood, tenía un sentido un algo espeluznante: cuando se lastimaba, utilizaba el hierro de la sangre para darle diferentes formas a sus Automails. ¿Habrá luchado contra alguien ayer? pensaba Sí, seguro usó tanto su sangre que quedó debilitado y por eso desmayó. Estaba por salir, para pedir ayuda, cuando entró el Teniente Fenrir.

- Liam -Dijo más para asegurarse de que fuera él que para llamarlo.
- ... -La miró malhumorado. Observó al desmayado y, sin darle mucha importancia, se dirigió al cajón en donde se guardaban los informes de hacía diez años.
- ¿Quién te dio el trabajo de ordenarlos?
- Ya te dije que es voluntario -Dijo impaciente.
- ¿Y con qué fin? -La cara del Teniente cambió bruscamente, parecía nervioso- Este mes te comportaste muy extraño, además de que estuviste todo el tiempo con esos informes que nadie normal ordenaría voluntariamente.
- Lust... -Susurró al ver a una esbelta mujer caminar por el jardín del Cuartel en dirección a la entrada del edificio.
- ¿Ah? -Miró también por la ventana- ¿Qué pasa?
- Nada -Agarró lo que necesitaba y se fue hacia las escaleras, dejando a la Capitana ahí parada como una idiota.

Fin del Capítulo

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Este capítulo me salió algo apurado, pero más porque pasan muchas cosas que por la forma de narrarlo. Bueno, ojalá les haya gustado ^^

1 nov 2009

Algunos dibujos...

Acá les mando unos dibujos que hice de la historia.. ojalá les gusten ^^


Unos chibis... serían (de arriba a abajo, de izquierda a derecha) Irian Elric, Sen-Yao, Norrek Shiva, Ashe Phoenix, Azver Madden, Anouk Tomber


Algunos de los personajes de Ningún Lugar. Por si no se lee: Liam Fenrir, Azver Madden, Anouk Tomber, Norrek Shiva, Elysia Hughes.

Bueno, por ahora son esos.. Voy a ir editando esta entrada cuando tenga más ^^

Historia I - Ningún Lugar: Capítulo Dos

Capítulo Dos: Un día...












El sonido del reloj dando las 11:30.

- ¡¡No!! -Una mujer exageradamente despeinada acababa de despertar. Ahora contemplaba al reloj volando, cayendo, y, finalmente, destruyéndose.

Salió malhumorada de la casa. Corrió por toda la ciudad, como perdida, hasta llegar a aquel enorme edificio que se veía a kilómetros de la zona, el Cuartel General Central. En la puerta se encontraba ese hombre, con cara de dormido como siempre, fumando un cigarrillo. Al verla puso su típica sonrisa irónica. Ella pasó a su lado ignorándolo y abrió la puerta llamando la atención de la poca gente que se encontraba en los pasillos. Entre ellos, un chico de pelo negro de punta que ahora se acercaba a ella.

- ¿Le pasó algo? -Preguntó extrañado.
- No, nada importante -Puso una sonrisa estúpida, tratando de evitar más preguntas del chico. Pero no la pudo mantener mucho tiempo, ya que se acababan de abrir las puertas del edificio otra vez y sabía quién estaba entrando.
- Altair, Altair.. Se lo preguntás como si se hubiera quedado dormida o algo por el estilo -Dijo él- ¿No te parece una falta de respeto decir cosas así de un superior?
- Pero si yo no dije... -Trató de defenderse el joven.
- No le hagas caso, Fairsoul.. -Y, en un murmullo- ..Es simplemente idiota

Las personas que se encontraban allí en ese momento miraban, algunos con cara de desaprobación, la escena. De repente se oyó la risa ronca del Subteniente. La Capitana se dio vuelta para ver de qué se reía. Para empeorar su día, la causa de la risa era el Coronel dirigiéndose a ellos con cara de perro.

- ¿En dónde estabas, Tomber? -Preguntó con la ceja arqueada.
- Eh.. Estaba..
- No importa -La interrumpió y, dándole una enorme cantidad de papeles- ¿Se lo darías al General Dhalious?
- Emm, sí.. -Agarró la pila- Pero.. ¿Dónde se encuentra?
- En el Segundo piso está su oficina, cualquier cosa preguntale a su secretaria, Elysia Hughes
- Amm, ok -Miró cómo el Coronel se alejaba- ¿Por qué se lo tengo que dar yo? Según me dijeron su oficina está también en el segundo piso
- Motivo uno: Llegaste tarde y te quiere hacer trabajar -Dijo el Subteniente- Motivo dos: No tiene ganas de volver a subir las escaleras...
- ¿En ese caso para qué las bajó?
- ¡Si me dejaras terminar! -Se aclaró la voz- ...Motivo Tres: Quiere dejarte sin almuerzo haciéndote pasear por todo el edificio.
- Pff

Se dirigió a las escaleras. Subió con mucho cuidado. Si era por el "Motivo Tres" no le molestaba mucho, ya que ella había desayunado hacía apenas unos minutos. Bien, había llegado al primer piso. Pero cuando estaba por doblar, al verlo, tuvo que dejar los papeles en el suelo. Corrió hacia él, se colgó de sus hombros y le llenó la cara de besos.

- ¿¡@$#&!? -Le pegó un empujón para sacársela de encima- ¿¡Pero qué diablos...!?
- ¡Liam, soy yo! -Gritó sorprendida por la reacción de su novio- ¿Te pasa algo?
- Amm.. No, no.. Es que.. -La miró algo enfadado, tratando de inventar una excusa creíble- Estoy muy cansado, tengo mucho trabajo
- Ah, perdón..

Agarró una carpeta que se le había caído por el "ataque" de la chica y continuó su camino. Era triste pensar que el hombre que en realidad ella quería estaba muerto, y el que acababa de saludar era un simple disfraz. Medio desanimada, agarró los papeles y siguió subiendo. Maldita sea, a este tipo me tenían que cargar pensaba el Homúnculo Podría matarla, así se me haría más fácil todo... Pero no, despertaría demasiadas sospechas el cambio de actitud y la muerte de la novia. Dejó la carpeta donde debía, cerró la puerta con llave, y empezó a buscar entre los archivos. Tiene que haber algo de información sobre Shiva, se supone que no hizo nunca una transmutación humana.. ¿Pero entonces por qué no necesita hacer el Círculo de Transmutación? Sería mucho más fácil raptarlo y obligarlo a que nos de información.

- ¡Fenrir! -Se escuchó desde la escalera. Se dio vuelta para ver quién le hablaba... Era el Coronel. Este último lo miró extrañado, ya que estaba leyendo unos archivos viejos que se dedicaban a juntar polvo en un cajón desde hacía años- ¿Qué hacés ahí?
- Ordeno los archivos -Se lució con la mayor naturalidad posible- ¿Está mal?
- ...No -Dijo contemplando cuidadosamente cada sector de la habitación- Bueno...
- Me iba a decir algo, Coronel -Dijo con tono de desafío.
- Nada importante -Se dirigió a la salida- ¿Vio a la Capitana Tomber? Parecía con muchas ganas de verlo...

No obtuvo respuesta alguna, por lo que se dirigió directamente al comedor, dejando al Teniente... ordenando. Estuvo observándolo el resto del día, algo raro le sucedía... Tal vez era algo personal, pero no dejaba de ser sospechoso. A pesar de todo esto, la Capitana no se salvaba ni ahí. El Coronel la mandaba de un lado para el otro tal vez como castigo por haber llegado tan tarde, tal vez porque estaba muy ocupado con otro montón de cosas y quería mantener a sus subordinados ocupados, tal vez porque simplemente era así.

Las 6:45 de la tarde: Madden, Fairsoul, Tomber, y Hughes tomándose un descanso en el enorme jardín del cuartel.

- Liam está un poco raro, ¿puede ser? -Preguntó la Capitana mirando en general, pero dirigiéndose especialmente a Elysia.
- ¿Segura que no lo era ya? -Dijo el Subteniente Azver con la intención de hacerse el gracioso.
- Está así desde que llegaron -Explicó Elysia con tono preocupado, ignorando el comentario anterior- Es decir, ayer por la mañana se veía normal.. Algo ansioso por su llegada.
- Tal vez el amiguito de Azver lo está torturando de más -la Capitana miró de reojo al Teniente.
- Que sea mi amigo no significa que sea igual a mí -Apagó el cigarrillo- Es más, él es casi lo contrario a mí
- Me contaron que es tu primera vez en Central desde hace muchos años -Dijo de la nada Elysia, tratando de integrar al joven Fairsoul en la conversación.
- Sí, crecí acá.. Pero me trasladaron al Oeste apenas me uní a la milicia -Contestó con una agradable sonrisa.
- No es normal que haya gente tan joven en el cuartel de Central
- Su alquimia es muy poderosa -Dijo la Capitana con intención de presumir a su subordinado al máximo- Bueno... Creo que deberíamos ir volviendo, o el Coronel nos mata
- Te mata -Corrigió el Subteniente- No sé vos, pero nosotros -Refiriéndose a Altair y a él- no tenemos nada más que hacer por hoy
- ¿¡Qué!?
- Yo tampoco, pero si querés te acompaño en tus horas extra de trabajo -Se ofreció amablemente Elysia.
- ¿¡Horas extra!?
- Sí, nuestro horario normal termina a las 6:30, 7:00 -Explicó Azver- Pero, como llegaste tarde, tenés unas tres horas extra de trabajo...
- En el Cuartel Este su superior era la Comandante Suna Phoenix, ¿cierto? -La Capitana asintió como respuesta- A diferencia de su hermana y el Coronel (quienes se llevan muy mal, pero no viene al tema), la Comandante Phoenix es muy blanda con sus subordinados...
- No deberías tomarte todo tan a la ligera ahora que estamos en Central, Ana
- ¡Pero si yo ya estuve en Central, y más tiempo que vos! -Casi le gritó a Azver.
- ¡Tomber! -Se escuchó desde la puerta del edificio. El Coronel Shiva la estaba llamando mientras sostenía un montón de papeles para entregarle.
- ¡Suerte! -Dijo el Subteniente, sarcástico como siempre, mientras agarraba su abrigo y se marchaba.

El Sargento lo siguió después de despedirse de ella. Elysia se quedó una hora más para hacerle compañía a su amiga, quien se fue dos horas después que ella con un montón de trabajo para la casa. Antes de irse, se dirigió a la oficina del Coronel, no para encontrarse con él sino con el Teniente Fenrir. Aún estaba allí, "ordenando" los archivos.

- Sí que te está maltratando el Coronel -Le dijo ella de repente, haciendo que se sobresaltara.
- No vuelvas a hacer eso -Dijo al darse cuenta de quién era- Y no me está maltratando, este trabajo lo hago voluntariamente.
- ¿Mmm? -Creyó haber escuchado mal, pero al no obtener respuesta fingió no estar interesada- Bueno.. Yo me voy a ir, ¿vos no deberías también?
- Todavía no termino con esto -Le contestó impaciente- Hoy voy a volver tarde a casa, así que no me busques.
- ...Está bien...

Se marchó entre triste y asombrada. Hacía como tres años que no lo veía... Sólo hay que decir que no existió ninguna esperada bienvenida.

El Teniente esperó a que quedara poca gente en el edificio para irse con la información del Coronel que había encontrado. Era una noche fría y húmeda, sin llegar a ser lluviosa. Una mujer ligeramente alta, atractiva, con un vestido oscuro como su cabello que le llegaba a los pies, y un curioso tatuaje rojo en el pecho caminaba por las oscuras calles de la ciudad. Al ver al Teniente cambiar de forma dibujó una tranquila sonrisa en su cara pálida.

- ¿Está todo? -Preguntó.
- Fue fácil, pero no está completo -Dijo algo malhumorado mientras le mostraba unos papeles- Creo que sospecha de mí
- ¿Shiva?
- Ahá... -Luego, como si hubiera estado ocultando todo su enfado durante ese tiempo, estalló- ¿¡Por qué me tuvieron que cargar a este tipo!? ¡Hay un par más cercanos a Shiva de los que nunca sospecharía!
- Lo que te molesta en realidad es que tenga novia... ¿Verdad? -Parecía estar disfrutándolo
- ¿¡Cómo lo...!?
- Poco después de que lo matara llamó alguien unas cinco veces seguidas -Suspiró- Sumando eso a que estés tan enfadado por el disfraz, y a que te parezcan ridículas cosas que nunca te interesaron como lo de "Hay un par más cercanos a él"... Es obvio, ¿no te parece?
- ¿Cuánto tiempo va a durar esto?
- El tiempo que tardes en encontrar la información necesaria... Teniendo tan poca, no podemos arriesgarnos a enfrentarnos directamente.
- Pff, está bien...

Los odio... Los detesto... Y a ella más... Malditos Humanos...

Fin del Capítulo

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La cosa se empieza a movilizar... ¡Y aparece un nuevo personaje conocido! [spoilers del manga y el segundo anime]
- Lust: Homúnculo cuya habilidad consiste en convertir sus dedos en filosas dagas y alargarlas cuanto ella quiera. Originalmente muere a manos del Coronel Mustang.

Personajes de la foto, por si no se lee: Liam Fenrir, Azver Madden, Anouk Tomber, Altair Fairsoul. Es de la escena en la que se van a descansar al jardín del cuartel (en la historia Liam no está espiándolos, pero bueh xD)

Y, eso.. Nus vemous !!

Historia I - Ningún Lugar: Capítulo Uno

Capítulo Uno: Aquello que no envidia

- Los detesto... ¡¡No tienen ninguna razón por la cual existir!!
- Envy
- ¿Mmm?
- Si no existieran seres tan estúpidos como los Humanos, nosotros tampoco existiríamos
- Aún así, los detesto... -Miró su mano, guardada en un guante lleno de sangre- ¿A dónde fuiste, Lust?
- Liam Fenrir -Leyó el papel que tenía en la otra mano, la del guante limpio- Rango: Teniente Primero. Superior: Norrek Shiva
- Norrek Shiva... -Repitió con la mirada perdida- Supongo que voy a tener que disfrazarme de este imbécil para robarle información a su jefe... ¿Tenés el cuerpo, no?
- Acá está -Se hizo a un lado, dejando mostrar a un hombre tirado en el suelo. De pelo castaño claro, ojos negros, con el uniforme de la milicia manchado de sangre gracias a unas heridas que parecían haber sido causadas por filosas dagas.
- ¿Y qué voy a hacer cuando ya no tenga que disfrazarme de él?
- No te preocupes, ya lo tenemos todo planeado -Dijo sonriendo. El único ojo que dejaba a la vista era de un violeta intenso, el otro era tapado por un mechón de oscuro cabello- Ahora...
- Sí, ya sé -También sonrió. Pero era una sonrisa diferente, parecía salir de la cara de un psicópata, un asesino...

Mientras se alejaba, trasformándose en el hombre que acababa de ver, un tipo extremadamente gordo con apariencia que recuerda a la de un bebé salía de la oscuridad y miraba cuidadosamente al cuerpo inerte mientras se relamía. El tal Envy no se dio vuelta para ver, pero escuchó los asquerosos sonidos del monstruo comiéndose al Humano. Se reía. Cómo odio a los Humanos...

- ¿Anouk Tomber: Capitana?
- ... -Contestó con un asentir de cabeza
- ¿Altair Fairsoul: Sargento?
- Sí, señor
- Y... -Leyó sorprendido el papel que llevaba en la mano- ¡Azver!
- Impresionante, ¿no? -Dijo con un toque de sarcasmo, y una media-sonrisa.

No puedo creer que a alguien le agrade este mastuerzo pensaba la Capitana mientras miraba de reojo a los dos hombres saludándose. Norrek Shiva era un tipo ligeramente alto, de pelo corto, negro opaco al igual que sus ojos. Su piel era increíblemente blanca, por lo que resaltaba con facilidad. Llevaba únicamente la parte de abajo del uniforme, arriba llevaba una remera negra. A excepción de los Automails que ocupaban el lugar de ambos brazos después del codo, su figura recordaba mucho a la de un antiguo Coronel cuyo nombre ya no era mencionado por Central. El Subteniente le llevaba poco más de una cabeza, cosa que le hizo reír a la joven Tomber. Todos la miraron.

- Bueno, los espero en mi oficina mañana por la mañana -Dijo el hombre apartando la mirada de ella y dirigiéndola a los tres. Luego volvió a posar su mirada en donde antes- El Teniente Fenrir me pidió que le entregara esto.
- ¿Liam Fenrir? -el Coronel asintió, dándole un sobre amarillento- Muchas gracias

Agarró su pesada valija y se encaminó hacia su antigua casa, perteneciente hacía unos años a su madre. Apenas llegó, abrió el sobre. En él había una carta y una flor.

Ana:

Me informó el Coronel Shiva que vas a ser trasladada a Central, al escucharlo me emocioné mucho. ¿Querrías ir la misma noche de tu llegada a cenar a algún lugar conmigo? Por favor, llamame después de leer esta carta. Si no contesto, es porque estoy con el trabajo (no le digas, pero el Coronel es muy pesado a veces). Igual voy a estar lo más atento posible

Liam Fenrir

Fue corriendo al teléfono. Después de tanto tiempo sin verlo, la volvían a trasladar. Pero la felicidad pasó a ser impaciencia al darse cuenta de que nadie contestaba. Volvió a llamar varias veces, y nada... Agarró el primer saco que vio, se lo puso, y salió a la calle. Si mal no recordaba, la casa de Liam quedaba al Noroeste del Cuartel General. No sabía la dirección exacta, pero sabía reconocerla. Se paseó por toda la zona, al llegar se encontró con una casa antigua y pequeña con pocas ventanas. Por ellas lo único que se veía era oscuridad. No parecía haber nadie adentro. Fue al Cuartel, tal vez seguía allí. Así como varios la saludaron al llegar, varios la miraron extrañados. Era joven, pero parecía MUY joven. Demasiado como para estar en la milicia. Se encontró con una cara conocida: Elysia Hughes, la secretaria del General.

- ¡Elysia! -Casi gritó.
- Qué bueno volverte a ver, Ana -Dijo con su sonrisa siempre tranquila. Se parecía mucho a su madre.
- Sí, mañana empiezo a trabajar... -Y, en un susurro- Me dijo Liam que mi nuevo superior, el Coronel, es muy pesado.
- ¿Norrek pesado? -Se echó a reír- No es que sea pesado, es muy estricto. Pero es buena persona
- Bueno. A lo que venía en realidad era a... -Puso cara pensativa, como si tratara de acordarse- ¡Ah, sí! ¿Liam sigue por acá?
- No, se fue hace unas horas. Quería recibirte, pero tenía demasiado trabajo... ¿No te entregó Norrek una carta de él?
- Sí, pero no contesta al teléfono, y en su casa no hay nadie
- Mmm, qué extraño... -Miró por la ventana, había empezado a llover hacía apenas unos minutos- No me lo imagino paseando por la ciudad...
- Bueno, no importa. Mañana lo voy a ver acá, así que... -Dirigió su mirada al mismo lugar que Elysia- ...No me tengo que preocupar

Liam Fenrir: Teniente. Superior: Norrek Shiva... Norrek Shiva... Cómo odio a los Humanos...

Fin del Capítulo

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Ya van apareciendo personajes conocidos, ¿no? A pesar de que esta historia es un FanFic de Full Metal Alchemist, trato de escribirlo para lectores no-fanáticos de FMA. Así que, cualquier cosa que no se entienda, por favor, pregunten ^^

Personajes Conocidos [spoilers del manga y el segundo anime]
- Elysia Hughes: Hija del Teniente Coronel Maes Hughes. Originalmente tiene 3 años, pero al suceder esto 20 años después... Su actitud y apariencia trato de que sea lo más parecida a Gracia (esposa de Maes, madre de Elysia).
- Envy: Homúnculo, cuya habilidad consiste en cambiar a cualquier forma que haya visto. Ya empezamos con el tiempo delirante; originalmente, Envy muere en Briggs (ciudad en el norte de Amestris), pero van a haber bastantes Homúnculos que deberían haber muerto o que deberían seguir vivos y no es así.

Nus vemous !!

Historia I - Ningún Lugar: Prólogo


Prólogo: En movimiento

- ¡Capitana Tomber! -Un hombre de, al parecer, corta edad corría en dirección a la distraída mujer de pelo rojizo. Ella, al darse vuelta, tiró accidentalmente todas las carpetas que estaba llevando. El chico la ayudó a levantarlas, dejando caer el papel que tenía anteriormente en la mano.
- ¿Qué es esto? -Preguntó la Capitana al agarrarlo.
- Emm.. Son órdenes de traslado a Central, señora
- ¿...A Central? -Terminó de digerir la idea- ¡¡Central!!
- Sí.. ¿Pasa algo?
- Desde que me trasladaron acá que no veo a Liam, lo extraño mucho... ¿Tenés idea de si fue trasladado alguien de mi equipo conmigo?
- Azver y yo -La cara de felicidad de la Capitana cambió inmediatamente al escucharlo.
- Bueno.. Supongo que voy a poder vivir un poco más con Azver en mi equipo -Suspiró- ¿Para cuándo el traslado?
- Mañana por la mañana
- Buenísimo, nos vemos en la estación entonces -Se despidió del chico y continuó su camino.

Se paseó por todo el edificio como si no lo conociera. Tardó bastante en llegar a su objetivo, pero lo logró. Dejó las carpetas en el escritorio de la Comandante Phoenix y se marchó a su casa. Tenía un aire de felicidad, parecía una niña a la cual acababan de dar un caramelo. Armó el bolso, y, agotada, se acostó en su cama con una enorme sonrisa dibujada en su cara.

Despertó muerta de hambre, ya que no había comido nada anoche. Desayunó en un lugar cualquiera y fue corriendo a la estación de tren. Llegó a tiempo, 5 minutos más y tenía que esperar al próximo. El Sargento y el Subteniente la esperaban sentados en un banco.

- ¡Capitana Tomber, ¿le pasó algo?! -Casi gritó preocupadísimo el chico. A su lado un hombre alto de pelo rubio grisáceo y ojos bordó miraba a la Capitana con una sonrisa irónica
- Obviamente no se quedó dormida -Dijo él, sarcástico.
- Como si a vos nunca te pasara -Contestó con el ceño fruncido- ¡Rápido que se nos va el tren!

Se sentaron en los primeros asientos que encontraron. El viaje fue algo incómodo para la Capitana. Ya que a su lado se sentaba el altísimo Subteniente, quien casi se queda dormido en su hombro.

Llegaron dos días después. Con caras de sueño, bajaron del tren y se dirigieron al vagón trasero a buscar sus valijas. Contemplaron el enorme edificio que se situaba en el medio de la ciudad, el Cuartel General Central. Habían llegado...

Fin del Prólogo

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Bueno, espero que les haya gustado este comienzo ^^
Para leer después del primer capítulo, los personajes de izquierda a derecha: Teniente Segundo Azver Madden, Capitana Anouk Tomber, Secretaria Elysia Hughes, Sargento Altair Fairsoul*, Coronel Norrek Shiva.

*creado originalmente por un amigo de España, Cristian, que me bancó mientras escribía la historia :D

Introducción

Relatos de la Milicia son unas historias que transcurren al rededor de 20 años después de la historia de Full Metal Alchemist, en Amestris. A pesar de que tiene un tiempo más o menos definido, hay algunas cosas que carecen de sentido (ejemplo: Homúnculos que deberían estar muertos están vivos, personajes que se deberían llevar 10 años tienen la misma edad). Los personajes van a ir variando, así que lo único que les puedo decir es que son muchos.

Bueno, ojalá la pasen bien leyendo y... comenten !!